Las Enzimas

Las enzimas son vida, son la vibración de la vida que está en todas las sustancias.

Todas las sustancias pueden realizar su función gracias a las enzimas. Todos los tejidos, órganos, células… Trabajar gracias al metabolismo de las enzimas. Sin enzimas, no hay vida.

La enzima es una gran proteína catalizadora que acelera una reacción química haciendo que un proceso metabólico del organismo sea energéticamente posible.

Aparte de la clasificación de los 6 tipos de enzimas que se hace en biología, según el proceso catalizador, y de lo que no hay que hablar aquí, hay dos tipos de enzimas:

  • los metabólicos,que se ocupan de las funciones vitales, los movimientos, los cambios del cuerpo y funciones orgánicas y corporales. Producen la energía, la VIDA. Además de las funciones vitales, estas pequeñas joyas catalizadoras, reparan cualquier daño de nuestro cuerpo causado por lesiones, estrés, mala alimentación, malos hábitos de vida, contaminación ambiental y el envejecimiento. Así que, tal y como está ahora el mundo, las enzimas son oro. Y, desgraciadamente, no tenemos un suministro infinito de enzimas metabólicos y cuando se acaba nuestra reserva, termina nuestra vida.

  • los digestivos que ayudan a digerir los alimentos junto con las enzimas que contienen los alimentos. Por ejemplo, enzimas como las amilasas y las proteasas degradan moléculas grandes (almidón o proteínas, respectivamente) en otras más pequeñas, de manera que puedan ser absorbidas en el intestino. Las moléculas de almidón, por ejemplo, que son demasiado grandes para ser absorbidas, son degradadas por diversos enzimas en moléculas más pequeñas como la maltosa, y finalmente a glucosa, que si que puede ser absorbida a través de las células de la intestino.

En cuanto a las enzimas digestivas, que se inician gracias a las enzimas metabólicos, tenemos que los produce nuestro propio cuerpo y también obtenemos enzimas de los alimentos que ingerimos. La perfecta y maravillosa naturaleza ha creado tantos diferentes tipos de enzimas como tipo de alimentos hay. Cada alimento contiene exactamente el tipo de enzima que necesitamos para digerirlo. Increíble, ¿verdad? Pues, he aquí el punto clave:

Cuando tomamos cualquier tipo de enzima a través de los alimentos crudos, estamos conservando nuestro almacén de enzimas metabólicos, ya que los estamos guardando en lugar de convertirlos en enzimas digestivas. A partir de 40ºC las enzimas cambian su estructura química y mueren, por lo tanto, si comemos alimentos intactos, crudos, que contienen todas las enzimas, nuestro organismo no tendrá que hacer un exceso de trabajo para producir las enzimas necesarias para digerir este alimento. Pero si cocinamos el alimento, además de 40ºC, estamos destruyendo estas enzimas, gastando enzimas metabólicos y desgastando innecesariamente nuestro organismo. Pese a que los alimentos crudos conservan las enzimas naturales, es bueno recordar que al cabo de una hora de la cosecha del alimento, un gran porcentaje de las enzimas se pierden. Así que, en cuanto más fresco, más enzimas.

Una dieta rica en enzimas aumenta la vitalidad y retrasa el proceso de envejecimiento. Incluso ayuda a reparar el ADN y el ARN.

Nuestra población enzimática

Cuando somos jóvenes tenemos un buen patrimonio natural de concentración de enzimas en todas nuestras células y bacterias del tracto gastrointestinal. A medida que envejecemos, va aumentando la demanda de enzimas, debido a los alimentos cocidos que ingerimos, los microbios patógenos, los virus y los productos químicos, lo que conduce al agotamiento de nuestra población enzimática. Una persona de 70 años, tiene alrededor de la mitad de las enzimas de un joven de 20 años. Las células de las personas mayores han perdido más del 90% de la concentración de las enzimas que se encuentran en los bebés. El envejecimiento es el agotamiento de la enzima.

El páncreas, que produce nuestros enzimas digestivas, se vuelve menos eficiente a medida que envejecemos debido a la escasa disponibilidad de estos. Esto significa que la indigestión y la disminución de la absorción de nutrientes de los alimentos se puede mejorar comiendo una dieta equilibrada y que la falta de las enzimas para extraer los nutrientes de los alimentos, da lugar a deficiencias nutricionales. Más que cualquier otra causa bioquímica, esta deficiencia se convierte en un aumento de peso. Las personas obesas suelen estar extremadamente desnutridas. La falta de enzimas y la obesidad van de la mano en la regulación del peso. Por otra parte, este desequilibrio provoca el envejecimiento prematuro y la vulnerabilidad a la mayoría de enfermedades.